lunes, 1 de febrero de 2010

"Sigo en juego" tres años sin Marga

Tres años añorando tu cuerpo
años de vientos
en los que nos quedamos
sintiendo la muerte dentro.

Algunas cosas cambian,
inevitables alejamientos...,
una que vuela hacia un sueño,
otra cuya gravidez retiene lejos
dejándote a solas con la que quedó dentro.
Cayeron incluso "don juanes"
y una sonrisa se cruza
con aquel que sentenciaste:
"silba...o canta pa dentro".

En lo que afecta a mi vida
no eres ya directora
y si el dios de mis ruegos.

Aprendí de ti, me quedé con tu aliento
con tus ganas de vida
con tu pasión y sueños...,
incluso mantengo el de un teatro
que continúa siendo.

Verás que es ésta,
carta de sosiego,
lejos de la violencia
de aquellas que fueron,
y pienso por ello
en la realidad de tu cuerpo,
si no es demasiado bueno el recuerdo
de un edén allí dentro.

Y miro fotos que creo
montaje de deseos
y recuerdos del que fue
mundo perfecto.

Desaparecieron mitades y nombres del cuerpo
quedan solo alegría, felicidad, movimiento
orgullo de haber sido tocado,
destino de unos ojos abiertos,
culpable de aquellas lágrimas...
de gozoso deseo.

Hoy, a toda una vida de aquello,
ninguna renuncia acepto
me enseñaste las reglas...
sigo en juego.

Paco

Tres años sin Marga de Marisi

Querida Marga.

Te cuento, querida Marga,

que la luna sigue saliendo

sin pedirnos permiso,

que mucha gente se levanta cada mañana,

y que cada día es un día más.

Te cuento, querida Marga,

que ya sé que somos dueños,

sólo, de lo que no hacemos

(y eso, como tú sabes, no es nada)

y que no quiero ser propietaria

de unas manos vacías

que se desparraman.

Te cuento, querida Marga,

que llueve, a veces, sin avisar

y que, también a veces,

las olas del mar se enfurecen

y me llevan a la deriva, sin más.

Te cuento, querida Marga,

que me esfuerzo por saber

por qué no estás.

Te cuento, querida Marga,

que el sol reluce en esta tierra del sur

como unos ojos a punto de llorar.

Te echamos de menos, Marisi.

"Eternos cuatro años ...(y medio)" Dos años sin Marga

Eternos cuatro años… (y medio)



Tiempo,
¡cuánto poder le damos!
Le creemos chamán para heridas,
le endiosamos en desvalidos momentos.


Ni dos años, ni toda su suma,
servirían para entender,
aquello que yo no quiero,

pero que acepto.


Lo creemos juez,
Y no percibimos
cuan inconsistentes
son sus fronteras.

El tiempo vivido no es
mensurable con humanos instrumentos.
Cuatro años y medio
son y serán eternos.

Tu presencia escapa a ese frío cómputo.
Ubicua diosa compañera,
liviana pasajera
que asomada a mi oído
me dictas mandamientos
de mi nueva religión,
la única verdadera.

Vive, ama sin miedo,
Se siempre contigo sincero
Nunca el amor es exceso
y siempre trasciende su tiempo.

Paco

"Buscad la belleza" un año de Paco sin Marga

“Buscad la belleza, es la única protesta que merece la pena en este asqueroso mundo”. Así terminaba su programa hace bastantes años un pedante locutor de radio aún en activo.
Afortunadamente no existe un modelo único de belleza sino que cada cual busca el suyo. El mío comienza con unos ojos (siempre los ojos) radiantes y expresivos, que marquen fuerza y resolución, capaces de percibir las pequeñas cosas que nos rodean, de descubrir los sentimientos que envuelven miradas y gestos.

Le sigue una nariz pequeña pero diestra en la difícil tarea de reconocer los aromas de pequeños goces, elixires y fragancias.

Es importante una boca dulce, sensual, capaz de encadenar de forma armoniosa las más bellas palabras de nuestra lengua para contarnos de grandezas y de bajezas y sacudirnos con su lirismo, con su poesía. Una voz comprometida, dulce, pero que sepa alzarse, una voz capaz de arrastrar, de convencer, de guiar, de enseñar. Una voz que se entusiasme con las cosas que ame. Una voz también que guste de tablas y micrófonos, pidiendo a cambio sólo un poco del cariño que ella derrochará en su canto.

Los oídos serán capaces de escuchar de la gente sus risas y sus llantos, sus quejas y sus alegrías, siempre atentos al comentario atinado que le enseñe aquello que desconocen. Capaces de sentir la música, de reproducirla con la ayuda de su saxo o de su guitarra, de encontrar los ritmos que la vida marca en cada momento a los que sabrá adaptarse y disfrutar tanto de adagios como de allegros. Será incluso capaz de oír el suave roce de las hojas que el viento mece en ese “cuadro de sauces llorones” que enmarque los recuerdos de su pueblo.

Unos pies ágiles para “regresar a su pueblo cuando ya no se le haga tan soportable su ausencia” y unos brazos fuertes que me arrastren tras ella.

Un corazón sincero criado entre algodones de abrazos y besos prodigados desde su infancia por aquellos a quien más quisiera, sus “padrecitos del alma”, requisito indispensable para una absoluta entrega.
Me gustaría que ese corazón no sufriera de traiciones pero si así fuera, debería ser tan generoso como para desprenderse de los posos que deja el resentimiento y de llevar a la práctica una palabra difícil: el perdón.
Sería en suma un corazón amigo, un corazón amante, un corazón inmenso.


Podríamos discutir mucho sobre el concepto de belleza, pero creo que algo universalmente aceptado es que cuando la encuentras, te golpea , te sacude con todas sus fuerzas, para el tiempo, lo pliega, hace los instantes eternos, cambia las lentes con las que ves la vida ,te transforma. La belleza es revolución.


Cada día, aún inmerso en la rutina que entretiene la espera, agradezco mi suerte por los cuatro años y medio que le dieron sentido a mi vida.

Paco.

Un año sin Marga de Marisi

Querida Marga:

Si me preguntas

qué he hecho en este último año,

te contestaría

nada

que no tenga que ver

con lo mucho que te echo de menos.

Todo

Lo que se relaciona

con

llevar en la memoria

la grandeza de tu nombre

y

el milagro inexplicable de haberte conocido.

Marisi.