lunes, 1 de febrero de 2010

"Buscad la belleza" un año de Paco sin Marga

“Buscad la belleza, es la única protesta que merece la pena en este asqueroso mundo”. Así terminaba su programa hace bastantes años un pedante locutor de radio aún en activo.
Afortunadamente no existe un modelo único de belleza sino que cada cual busca el suyo. El mío comienza con unos ojos (siempre los ojos) radiantes y expresivos, que marquen fuerza y resolución, capaces de percibir las pequeñas cosas que nos rodean, de descubrir los sentimientos que envuelven miradas y gestos.

Le sigue una nariz pequeña pero diestra en la difícil tarea de reconocer los aromas de pequeños goces, elixires y fragancias.

Es importante una boca dulce, sensual, capaz de encadenar de forma armoniosa las más bellas palabras de nuestra lengua para contarnos de grandezas y de bajezas y sacudirnos con su lirismo, con su poesía. Una voz comprometida, dulce, pero que sepa alzarse, una voz capaz de arrastrar, de convencer, de guiar, de enseñar. Una voz que se entusiasme con las cosas que ame. Una voz también que guste de tablas y micrófonos, pidiendo a cambio sólo un poco del cariño que ella derrochará en su canto.

Los oídos serán capaces de escuchar de la gente sus risas y sus llantos, sus quejas y sus alegrías, siempre atentos al comentario atinado que le enseñe aquello que desconocen. Capaces de sentir la música, de reproducirla con la ayuda de su saxo o de su guitarra, de encontrar los ritmos que la vida marca en cada momento a los que sabrá adaptarse y disfrutar tanto de adagios como de allegros. Será incluso capaz de oír el suave roce de las hojas que el viento mece en ese “cuadro de sauces llorones” que enmarque los recuerdos de su pueblo.

Unos pies ágiles para “regresar a su pueblo cuando ya no se le haga tan soportable su ausencia” y unos brazos fuertes que me arrastren tras ella.

Un corazón sincero criado entre algodones de abrazos y besos prodigados desde su infancia por aquellos a quien más quisiera, sus “padrecitos del alma”, requisito indispensable para una absoluta entrega.
Me gustaría que ese corazón no sufriera de traiciones pero si así fuera, debería ser tan generoso como para desprenderse de los posos que deja el resentimiento y de llevar a la práctica una palabra difícil: el perdón.
Sería en suma un corazón amigo, un corazón amante, un corazón inmenso.


Podríamos discutir mucho sobre el concepto de belleza, pero creo que algo universalmente aceptado es que cuando la encuentras, te golpea , te sacude con todas sus fuerzas, para el tiempo, lo pliega, hace los instantes eternos, cambia las lentes con las que ves la vida ,te transforma. La belleza es revolución.


Cada día, aún inmerso en la rutina que entretiene la espera, agradezco mi suerte por los cuatro años y medio que le dieron sentido a mi vida.

Paco.

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