jueves, 16 de abril de 2009

Muro

Termina de abrocharte la camisa
y colócate bien los gemelos.
Hoy es tu “debut” y has trabajado mucho
para saborear este momento.

Desempolva la careta de comerte el mundo
que heredaste de tu miedo
y no olvides leer la letra pequeña.
Cuando logres digerir tantos halagos
llama a tu mejor amigo y machácalo de envidia
con tu éxito.

No te sientes en cualquier restaurante
sin consultar previamente la carta de vinos,
(sería imperdonable una cerveza a estas alturas).
Reparte la dosis justa de propina
entre el camarero y el primer muerto de hambre
que te encuentres: tu conciencia debe saber administrarse
en casos como éste.

Date el lujo de la mejor compañía en ese hotel
donde las alfombras huelen a azahar, y disfruta sobre ellas.

...Y cuando tu gran día se acabe y vuelvas a estar solo...,
canta, baila, grita, susurra, llora, ríe, salta, patalea.
Te lo mereces.
Todo menos quedarte en el más absoluto silencio,
suelen martirizar demasiado esas voces que se escuchan
detrás del muro de tu ego.
Y lo peor de todo es que no están en venta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario