jueves, 16 de abril de 2009

Razón de amarte

(A la mujer de luto sentada junto a mí en la alameda)

Tu presencia está más ausente que nunca,
hoy más que nunca.
Ya no ocupas ningún espacio,
ni habitas ningún paisaje,
y sin embargo, trazas todos los vértices de
mi vida.

Razón de amarte es estar aquí sentada
a la sombra de la misma luna incandescente,
y saber que te quiero más que nunca,
hoy más que nunca.

Que tu cuerpo inerte se derrama en cada hoja
que se prolonga luego en cada rama
que el aroma del jazmín es tu aroma
y que aún me provoca...

Este amor que declaro fiel no ha nacido del árbol,
ni de la rama, ni de la hoja,
ni de la misma luna incandescente...
Ni siquiera de estos versos que ella te escribe.

A ti te quiero por no ser de este mundo,
por no tener más alma que mi alma...
por no sentir más cuerpo que tu cuerpo
puro, inerte, lleno del alma suya.

Y se me antoja esta muerte que me destina
tu silencio, tu otro mundo, tus cenizas...
y tu paso por la vida,
mi vida,
sin que supieses que a ti te quise
y a ti te busco más que nunca, hoy más que nunca.

No hay comentarios:

Publicar un comentario